El 12 de Septiembre, la iglesia metodista pentecostal celebro los 100 años del avivamiento que hubo en Valparaíso en 1909. Con un programa bastante extenso y lleno de actividades de confraternidad y con la presencia de varias autoridades de toda índole, esta fiesta termino con el Te Deum celebrado en la Catedral Evangélica de Santiago en Jotabeche 40, en donde se conto con la asistencia de la presidenta Bachelet, los presidentes del Senado y la cámara de Diputados y las más altas autoridades civiles, militares y del protestantismo en pleno.
Mientras la locomoción trataba de avanzar a paso lento por una abarrotada Alameda, llena de camiones y autos celebrando aquella “fiesta”, en mi mente empezaron a aparecer, como flashazos las bellas imágenes de aquella época, en donde el Rev. Hoover salía abrazado de los demás ministros, felices de poder ver la gloria de Dios, la lluvia tardía, también recordaba como los reportes de los diarios de la época daban cuenta de las llamas que se veían en el templo de la antigua calle Olivos, hoy Simon Bolívar, y que los bomberos no creían que fueran de verdad, cuando no había tal fuego, sino una llenura tal del Espíritu Santo que esta se mostraba como lenguas de fuego. Pero también recordé que al año siguiente, en un gesto que aun no entiendo, el Rev. Hoover se despide de la congregación, llevándose a la mitad de la membrecía dando por finalizado un tiempo único e irrepetible en nuestro país, me acorde también de aquella vez que fui a aquel lugar de Valparaíso, donde aun esta ese templo, hoy convertido en un monumento histórico, pero nada más, y de la rabia y la pena que afloraron en mi al saber que la gloria de Dios se hizo presente en ese lugar y que ya no estaba, de saber que Valparaíso se ha convertido en un lugar maldito, donde la muerte corre como rio por sus calles y cerros, como la prostitución y la depravación son ley y que la ciudad sigue siendo gobernada por la reina del cielo sin que nadie se lo impida, vi como la consecuencia de aquel avivamiento fue truncada y se convirtió en división y maldición para toda una ciudad.
Todo el canutaje celebra feliz que haya nacida una entidad que de iglesia solo tiene el nombre, porque destruyo la iglesia como tal, celebran los 100 años del mayor error y de la más clara muestra de apostasía, las ovejitas celebran como le echaron agua al fuego de Dios.
Hoy, habemos gente que oramos y lloramos porque esto vuelva a repetirse, he leído sobre lo que paso en la India, en Gales, en Azuza Street y en tantos otros lugares, pero pienso que aquí en Chile jamás volverá a ser igual hasta que dejemos de pensar como hermanitos de papel, de esos que con las primeras gotas de lluvia se quedan en casa, aquellos que, para que no los miren raros, en sus trabajos ocultan que sirven al Rey, gente que no lo importa quedarse sin escuchar Palabra de Verdad por ganar más plata, por pastores que les gusta más su ponchera pastoral que por el hambre espiritual de su pueblo, con líderes que se preocupan más de la cantidad que de la calidad, de esa tonta tendencia a armar ministerios que al final no hacen más que dividir aun mas esto.
El tiempo está cerca, ciudades enteras están muertas y nadie hace nada. Están todos de lo más felices en sus banquitas o asientitos, como niñitos de kínder atrás de la tía, recibiendo galletitas y esperando que los vayan a buscar…
Acaso no te das cuenta de que Cristo ya viene y aun estamos celebrando las estupideces humanas en vez de estar de rodillas pidiendo perdón por lo que nuestros líderes pasados ya cuales han creado aquí, en nuestra patria???
Mientras me alejaba de ese lugar en la micro, cerré mis ojos y pedí perdón a Dios, porque sé que mis hermanos no saben lo que hacen, es tanto su amor y fervor que solo siguen lo que el liderazgo les enseña… Tampoco los lideres tiene toda la culpa, ellos vienen de un sistema vil de enseñanza poco profunda, aun funcionan como la iglesia de Roma.
Mi oración es para que abran los ojos, que vean que La Verdad del Evangelio es otra, aun más espectacular de lo que ellos ya viven, eso es poco comparado con las dimensiones de revelación y gracia que Dios nos quiere dar, como herencia dad a través de la reconciliación que Jesús nos permitió tener con el Padre, de vivir guiados ciegamente por el Espíritu Santo, de vivir fuera de la temporalidad, de vivir y respirar el Reino aquí y ahora.
Yo los amo, pero no a su estructura, yo los abrazo, pero no su dogma, yo los amo, pero no a su credo, ellos cantan que donde está el Espíritu de Dios hay libertad… yo ya la vivo…
Te amo…
Bendiciones!!!

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